viernes, 14 de marzo de 2008

Bangkok - Singapur

Como era previsible, la limusina del Aeropuerto estuvo en el hotel cinco minutos antes de la hora convenida. Cuando bajamos a la recepción del hotel, los chicos ya tenían nuestras maletas preparadas para meterlas en la VAN. Le dimos cincuenta Bahts a cada uno y nos fuimos rumbo al aeropuerto. Teníamos ganas de llegar a Singapur, pero le temíamos al vuelo porque habíamos visto en la página web de Thai airways que nos tocaría un Airbus con los asientos viejos. Son asientos cómodos, pero que se reclinan poco y no están tan separados unos de otros. Así que no estábamos ansiosos por coger el vuelo.

Había poco movimiento en el aeropuerto para ser una hora punta, nueve de la mañana. Así que facturamos sin problemas, aunque la chica de facturación nos dijo que había cambiado los asientos. No nos pareció buena idea, porque habíamos reservado los asientos desde España, pero no sabía si era porque teníamos sueño por no poder desayunar o porque estábamos un poco cansados de tanto aeropuerto. Es que con la buena vida que llevábamos en Bali, que coger tantos aviones y maletas en dos días se nota. El caso es que no nos quejamos. Simplemente pusimos cara de pocos amigos y listo, nos fuimos a la sala para esperar la hora de salida.

Las salas están bastante bien. He llegado a la conclusión que el lujo en los países del tercer mundo es simplemente eso: LUJO. Hay varias por todo el aeropuerto. Como Suvarnabhumi es tan grande es conveniente no quedarse en la primera sala que se encuentra apenas pasar los controles de inmigración. Claro que esta sala es la mayor y vale la pena verla, pero es mejor irse a las puertas que corresponda al vuelo. En nuestro caso nos fuimos a una de las salas del Concourse C. Son más pequeñas, pero disponen de todos los privilegios: Asientos grandes y cómodos (tapizados, claro), corriente eléctrica en todas las mesas para la conexión de portátiles, móviles, cámaras, etc. WI FI, Buffet libre, Ordenadores con conexión a internet (lo único que eché en falta fue una impresora, que tenía que imprimir un Voucher de hotel y no pude. En fin, que tienen todas las comodidades y tiene una ventaja sobre la más grande: Es más silenciosa. Al ser más pequeña, hay menos gente y es mucho más placentera que la otra.

Nosotros quejándonos y resulta que el avión no disponía de vuelos vendidos en primera clase y convirtieron estos asientos en Business Class. La chica nos había dado los asientos de Primera y viajamos muy, pero que muy cómodos, porque encima el avión era un Airbus 340/600, pero renovado con la nueva configuración.
















El aeropuerto de Singapur, Changi, es uno de los aeropuertos con más tránsito de Asia. Es impresionante, no tanto por lo grande, que lo es, sino por lo impoluto que lo tienen. Además de ser un centro comercial donde poder comprar sin impuestos.

Singapur se merece una página para la ciudad, por ser una de las ciudades, cómo lo puedo decir, una ciudad PERFECTA. Pero todo tiene un costo...

2 comentarios:

Gi dijo...

Hellooooo
Já andas perdido em singapur, ou já saltes para outro país? hehehe
Diverte-te.
Boas Páscoas e cuidado com as amêndoas.

Gi dijo...

Um mês sem historias para ler. Que pena.
Beijocas